El equipo nace en 2004. Botafogo se gestaba a partir de la gran iniciativa de Sebastián Lampasone, quien unía a una base de gente que venía de ser compañera en la Escuela de Comercio Libertador General San Martín y varios pibes más que vivían en las inmediaciones de calle Urquiza y Av. Córdoba. Con ese grupo de 10 o 12 personas se empezaba a armar el Botafogo, nombre adoptado en honor al gran músico argentino Miguel Botafogo. De aquel primer equipo es posible recordar a figuras como el “Ñol”, al Yiyo o al Encito Mallea quienes hoy ya no son parte del plantel.

En los comienzos de aquel año, Sebastián Lampasone (el gran “Idor” sanjuanino) recorría el Gran San Juan reclutando jugadores, yendo casa por casa para pedir los datos y contagiando el optimismo que dio forma a lo que después sería el “Bota”.

 

El club empezaba en la categoría “C” (en ese tiempo no había “D”) con una auspiciosa victoria 4- 0. Las primeras fechas fueron victorias corridas y con resultados abultados.

Luego de terminar segundos en la primera fase, el Botafogo llegaba a un partido clave con Champagne, juego que terminaba con un contundente 5-0 a favor, en lo que era una de las mejores performances del equipo. Manuel López era la figura ese día, metiendo tres goles.

Pero las ilusiones de ascenso comenzaban a desaparecer en el partido de tercera ronda frente a Mukenio. Luego de ir ganando 1- 0 y siendo muy superior en el primer tiempo, Mukenio lo daba vuelta después de un par de errores de la defensa y sellaba el partido con un exagerado 3-1. Las últimas chances eran en el último juego frente a Santos pero terminaban con una derrota 1-0. 

En el año debut, el equipo demostraba buenas condiciones pero era desazón en el final. Champagne, Mukenio y Santos terminaban ascendiendo y el Botafogo, que había derrotado a los dos primeros en alguna ocasión, se quedaba un año más en la “C”.

 

2005 otra vez empezaba positivamente y las victorias llegaban sin demasiados contratiempos. El partido importante del grupo era frente a Simplemente Fútbol y concluía en caída para el Botafogo. El grupo lo ganaba Simplemente y el Bota pasaba como segundo. 

En la segunda ronda la sorpresa era la derrota contra Popular, equipo que no era tan fuerte como en la actualidad y al que los botafoguenses habían derrotado 7 a 2 en la fase anterior.
 
Luego llegaba el choque contra la “Católica B”. Era baile en el primer tiempo y resultado parcial de 2-0 pero en el segundo otra vez errores propios devenían en un empate agónico 2-2. El pase a la rueda final dependía de un ya eliminado John Doe (al que Botafogo había derrotado 2-1 en tiempo cumplido) en la última fecha de esa instancia, quien jugaba contra Popular un domingo a la mañana y al que debía vencer para que el los de amarillo pasaran. Ante la sorpresa de todos, era 2-1 para John Doe, y el Bota se metía entre los 6 mejores.

La fase final no iba a ser menos dramática. Derrota ante Simplemente, empate ante Estudiantes y todo dependía de vencer a Católica B, equipo que casi eliminaba al Botafogo. El encuentro se presentaba más complicado que lo esperado y era caída parcial por 1-0. Sin embargo, en los últimos minutos Botafogo lo daba vuelta con un hermoso sombrero al arquero por parte de Sebastián García (1-1) y con una espectacular corrida de Nicolás Bustamante, quien centró para que “El Panfle” De La Vega de cabeza, anticipándose al arquero pusiera el 2-1 y el delirio botafoguense.
 
La locura se desataba porque, a pesar de que no había chances de ir a la final, se eliminaba a Católica B, sacándose la espina de aquel 2-2 injusto y, lo más importante, se pasaba a disputar un partido por el tercer puesto. Dato importantísimo porque, a pesar de que en un principio ascendían sólo los dos finalistas, el cupo se estiró y terminaron pasando cuatro.

El juego por el tercer lugar era contra un alicaído Simplemente, que venía de sufrir una paliza por 3-0 contra Thundercats y que, a pesar de haber sido el equipo más vistoso del campeonato, no pudo acceder al partido decisivo. Simplemente era un rival al que Botafogo no había podido vencer pero ese día con un gran desempeño de Leandro “el Kun” Peñaloza, el equipo ganaba 3-1 y alcanzaba el podio, un tercer puesto que acarreaba ascenso, el objetivo principal del año.

 

La palabra que podría describir esas dos temporadas es “irregular”. Futbolísticamente, el equipo alternaba rachas excelentes con períodos de depresión alarmantes por el juego y los resultados. El primer año en la “B”, el Bota llegaba a ganar 7 partidos consecutivamente y después pasaba casi la misma cantidad de juegos sin victorias, avanzando a la “Zona Campeonato” pero lejos de cualquier chance de ascenso.

Al año siguiente, no había períodos tan marcados de irregularidad desde los resultados pero sí en el juego y dejaba escapar puntos en partidos claves que lo alejaban una vez más de los puestos de vanguardia, a pesar de no perder en la fase final contra Fabulosos (subcampeón) ni frente a Popular (campeón). Aunque el equipo volvió a caer contra Simplemente.

Las irregularidades también se daban desde lo institucional. El tristemente célebre “Triunvirato” (Lampasone- García- Fernández) llevaba al club a la quita de puntos por falta de pago, a un estado de finanzas poco claras, y a incorporaciones de bajo nivel y sin compromiso, variables que suscitaban serios problemas desde lo organizacional.

 

A partir de Noviembre, una vez finalizado el campeonato, Gerardo Díaz se convertía en el nuevo manager del club, con la colaboración de un ex presidente de la Institución, Sebastián García.
 
Desde ese día, es posible ver avances en cuanto a lo institucional y cada vez falta menos para ver lo futbolístico. Expectativa y sueños de campeonato invaden al plantel en los días previos al inicio de la Liga.